Rescatando al soldado Ingrid

03.Jul.08    Apuntes para el debate
   

En horas de la mañana de ayer, fue puesta en libertad por parte de la FARC-EP, la prisionera de Guerra Ingrid Betancourt Pulecio, según se preciso, ella fue entregada a una comisión de las fuerzas militares de Colombia “disfrazada” de comisión humanitaria, esto ultimo expresado por el propio ministro de la defensa colombiano Juan Manuel Santos.

A la soldado Ingrid, como buena oficial de la reserva, le bastaron escasas horas en la base militar colombo-norteamericana de “Tolemaida” para refrescar el libreto oficial, luego de narrar algunas de las peripecias en la selva colombiana y quejarse de la estoica dieta alimenticia que compartió con esos miles de hombres y mujeres que la viven en Colombia por estar obligados a marchar a la guerra por culpa del despiadado Estado y la burguesía colombiana, una vez en tierra la recién liberada entro en filas a discreción.


Después de la vida el bien mas preciado que posee el hombre y la mujer, es sin duda alguna la libertad, hay momentos en que los seres humanos la pierden transitoriamente como el caso de la prisión impuesta por la fuerza a quienes luchan por la libertad misma, tal es el caso de nuestros presos políticos y prisioneros de guerra conminados en las asquerosas y despreciables mazmorras del actual régimen colombiano y hoy, también en las cárceles del imperialismo capitalista transnacional.

Hay otros por el contrario, para los cuales la libertad es un concepto mezquino e individualista, reducido a la posibilidad de expoliar libremente a sus compatriotas sin importar que medios se utilicen para satisfacer sus apetitos económicos. Estos viven prisioneros en la celda aborrecible de sus conciencias.

En horas de la mañana de ayer, fue puesta en libertad por parte de la FARC-EP, la prisionera de Guerra Ingrid Betancourt Pulecio, según se preciso, ella fue entregada a una comisión de las fuerzas militares de Colombia “disfrazada” de comisión humanitaria, esto ultimo expresado por el propio ministro de la defensa colombiano Juan Manuel Santos.

De igual manera fueron entregados a esta “comisión Humanitaria”, los contratistas estadounidenses de la CIA, Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, así como once anónimos y olvidados policías y militares colombianos.

Pese a las macabras intenciones y esfuerzos del gobierno uribista y las fuerzas militares colombianas de entregar a Ingrid y los otros prisioneros en bolsas plásticas, las Farc, como organización político-militar revolucionaria, garantizo la vida e integridad de los aprehendidos, en medio de los brutales operativos militares desarrollados por el Estado colombiano con acompañamiento técnico y humano de tropas militares norteamericanas e israelitas que buscaban la eliminación física de los prisioneros. Es curioso ver como quienes se saboreaban por entregar a Ingrid con una etiqueta amarrada al dedo gordo del pie, la recibían con vivas, abrazos y besos.

Betancourt fue detenida y hecha prisionera de guerra el 23 de febrero de 2002 en un operativo legitimo de las Farc-ep, desarrollado en medio de la guerra civil que se libra en Colombia entre las fuerzas populares insurgentes y el Estado colombiano, su actividad política, su compromiso con las clases explotadoras colombianas y la dirigencia politiquera del país que por años han violentado, aterrorizado a nuestro pueblo, fueron las causas de su detención y no otras, allí nada jugo su condición de ciudadana colobo-francesa y mucho menos sus pirricas aspiraciones presidenciales.

Mas allá de cualquier show mediático, todos quienes luchamos por una verdadera paz en Colombia, por una autentica democracia, por una salida política al conflicto económico, político y militar en el país, nos alegramos con el gesto humanitario de las Farc, como muestra de voluntad para iniciar un dialogo que permita allanar el camino hacia la reconciliación y reconstrucción del país.

Sin embargo poco duro la alegría, como bien dice el adagio popular “la cabra tira al monte y quien es no dejara de serlo”, según las propias palabras de Ingrid dadas en su rueda de prensa, narro como en su primera llamada a su valerosa madre la señora Yolanda Pulecio, lo primero que hizo fue conminarla a llamar a Uribe Vélez para agradecerle el hecho de haberle perdonado la vida a su hija. Talvez por ignorancia o por complicidad con el régimen uribista, Ingrid olvida la lucha titánica que doña Yolanda, sus hermana Astrid y sus propios hijos, así como muchos amigos de la paz y organizaciones dieron a nivel nacional e internacional para lograr su libertad en medio de la indolencia que desde siempre demostró Uribe para encontrar salidas civilizadas al tema del canje e intercambio humanitario de los prisioneros de guerra en Colombia.

Todo el país y la comunidad internacional que la acompaño en su drama, esperaban de Ingrid, que después de haber vivido en carne propia el drama de la guerra en Colombia, sus palabras fueran un mensaje de esperanza para el fin de la inhumana confrontación nacional. Sin embargo para regocijo de los que han hecho de la guerra en Colombia un negocio detestable y para desilusión de los millones que soñamos con una nueva patria, sus primeras declaraciones públicas ratifican lo que ya sabemos; su pertenencia y defensa incondicional a la casta explotadora y militarista que tiraniza a la nación.

A la soldado Ingrid, como buena oficial de la reserva, le bastaron escasas horas en la base militar colombo-norteamericana de “Tolemaida” para refrescar el libreto oficial, luego de narrar algunas de las peripecias en la selva colombiana y quejarse de la estoica dieta alimenticia que compartió con esos miles de hombres y mujeres que la viven en Colombia por estar obligados a marchar a la guerra por culpa del despiadado Estado y la burguesía colombiana, una vez en tierra la recién liberada entro en filas a discreción.

Repuestita como llego y con su acostumbrada carita de yo no fui, luego de echarse la señal de la cruz en la frente, por aquello de que el que peca y reza empata, se dedico a alabar las bondades del régimen paramilitar y narco asesino que encabeza su hoy benefactor Uribe, dio lecciones de táctica y estrategia militar y por ultimo como buena soldado se puso firme y saludo a sus superiores del generalato Santos-Padilla de León y Montoya.

Ojala nuestros presos políticos y prisioneros de guerra pudieran contar con los cuidados y esfuerzos por preservar su seguridad, salud y vida con que contó Ingrid de parte de las Farc, muy por el contrario los nuestros cuando son capturados por la fuerzas militares y paramilitares estatales colombianas, son asesinados extrajudicialmente, torturados o condenados a cadena perpetua dentro y fuera del país, en las putrefactas cárceles del régimen, sometidos a tratos crueles e inhumanos, obligados al aislamiento, alejados de sus familias, de sus hijos pequeños, con persecución a sus seres queridos y abogados, sometidos a una dieta alimenticia no escasa pero si propia para cerdos, muchos de los nuestros mueren o mejor dicho, son asesinados por falta de Atención medica y medicamentos.

Betancourt, fiel al su estirpe de politiquera y manzanilla, inmediatamente comenzó su campaña ensalzando las ventajas de la reelección presidencial de Uribe, lo acertado de su política de “seguridad democrática” y para no desentonar con el jolgorio de charreteras, aclamo la eficacia de la guerra poniendo como ejemplo los logros de su liberación.

Nada dijo de trabajar por la paz de Colombia, nada expreso de ayudar en la concreción del acuerdo humanitario para la liberación de los otros prisioneros de guerra en poder de la insurgencia, como quien dice primero yo, segundo yo y los demás que se jodan. Es claro que la liberación de los “otros” esos olvidados por Ingrid y el Estado colombiano, será difícil sin una verdadera voluntad de paz como la expresada por el actual gobierno empecinado en hacer sonar los clarines la guerra como única solución a los graves problemas del país.

Luego de la celebridad alcanzada por su cautiverio que la saco del anonimato político donde transitaba antes de su captura, probablemente la veremos como formula vicepresidencial para la segunda reelección de su salvador Uribe, eso si, luego de otras merecidas vacaciones en los campos Eliseos.

Para el desacreditado bandido “Doctor Varito” la entrega de Ingrid le dará inicialmente una escasísimo margen de maniobra para seguir engatusando al país y a la comunidad internacional, pues no hay teflón que pueda contener los hedores putrefactos que emanan del palacio de Nariño y sus alrededores, si la Corte Suprema de Justicia y hoy mas que nunca la Corte Constitucional de Colombia, no se dejan intimidar y chantajear por el capo Uribe y sus secuaces, si se respeta la Constitución y la ley, es hora de que Alvarito vaya empacando maletas para reunirse con sus lugartenientes en las suites de la picota, o de pronto que le den visa USA sin haberla solicitado para reunirse con su socio y vecino de finca Salvatore Mancuso.

Si no es así, si otra vez las autoridades judiciales incumpliendo las obligaciones que el pueblo les ha encargado y traicionando la voluntad de la soberanía popular se inclinan por el prevaricato y cohonestan con el bandido, bajo cualquier excusa leguleya, entonces veremos en dos años al doctor Uribe de la mano de la hoy popular Ingrid Betancourt tejiendo las trampas y triquiñuelas para la segunda reelección y así completar doce años de guerra total contra el pueblo, en medio del hambre y miseria que hoy vivimos 40 millones de colombianos prisioneros del régimen oligárquico de Colombia.

El pueblo de Colombia seguirá luchando por la libertad de sus presos políticos y prisioneros de guerra al igual que por su libertad definitiva avanzando con firmeza en la construcción de una nueva patria grande bolivariana donde quepamos todas y todos.

¡! Por la nueva Colombia, avanzando hasta alcanzar la libertad ¡!

Manuela Bolivariana

Julio 4 de 2008, Barricadas y trincheras de la Nueva Colombia.