Marx defiende a Marx: el arzobispo de Munich dice que el autor de «El Capital» “tenía razón”

28.Oct.08    Apuntes para el debate
   

El arzobispo de Munich, sucesor del papa Ratzinger, cardenal Reinhard Marx, de 55 años de edad, afirmó al principal semanario alemán que “hay que tomar en serio” al fundador del comunismo. Y subrayó que “el movimiento marxista tiene causas reales y pone cuestiones justificadas”.


Parece increíble, pero los tiempos siguen cambiando rápidamente. El arzobispo de Munich, cardenal Reinhard Marx, 55, sostiene en una entrevista al más importante semanario alemán, “Der Spiegel” (El Espejo), que en su análisis del capitalismo su homónimo Carlos Marx tenía razón. El mundo está sacudido por una crisis económico-financiera que dará vida a otra época y a un nuevo capitalismo refundado en el mundo y la Iglesia enfrenta lo que viene con su Doctrina Social, que según el arzobispo de Munich “es una crítica al capitalismo, porque un capitalismo sin un cuadro ético es enemigo del género humano”.

El Marx de la Iglesia es secretario de la Conferencia Episcopal alemana y un teólogo muy respetado por el Papa Benedicto XVI, quién lo hizo arzobispo de Munich el año pasado. Munich, capital de Baviera, tierra natal de Joseph Ratzinger, es un gran bastión del catolicismo germano y el actual pontífice fue predecesor de Reinhard Marx en esa arquidiócesis entre 1977 y 1981, cuando Juan Pablo II lo convocó al Vaticano como su principal “ministro” de la defensa de la doctrina.

En la entrevista a “Der Spiegel”, el arzobispo cuenta que en pocos días las librerías pondrán en venta su libro “El capital – Una defensa del hombre”, que contiene al comienzo una carta suya dirigida al fundador del comunismo. Karl Marx, el “prusiano rojo”, hijo de una familia alemana judía de clase media, nació en Treveris el 5 de mayo de 1818 y murió en Londres el 14 de marzo de 1883. Es curioso pero el autor de la obra en tres volúmens, muy difícil de leer y digerir, que explica los mecanismos del capitalismo, nunca logró reunir un capital y fue siempre un intelectual pobre lleno de problemas, sostenido por la ayuda de su amigo Frederich Engels, rico vástago de una familia de industriales.

El arzobispo demuestra simpatía humana hacia el gran filósofo y pensador que fundó el socialismo científico y el comunismo, que está considerado una figura histórica clave para entender la sociedad y la política. “Hay que tomarlo en serio, es un error considerarlo muerto como piensan muchos. El movimiento marxista tiene causas reales y pone cuestiones justificadas”.

Es seguro que el libro del arzobispo ha pasado por las manos curiosas del Papa, que le dió el “imprimatur”. “El movimiento marxista tiene causas reales y pone cuestiones justificadas”, dice el Marx de la Iglesia. “Hoy nos apoyamos todos en los hombros de Marx porque tenìa razón. En su análisis de la situación del siglo XIX hay puntos inconfutables”.

“Nosotros –agregó- con la ética social de la Iglesia no confundimos jamás la obra filosófica de Marx con Stalin y los Gulag”, los campos de concentración soviéticos. “No se puede atribuir a Marx lo que hicieron sus epígonos. Marx analizó bien el caracter de mercadería del trabajo y previó la mercificación de todos los sectores de la vida”.

El arzobispo recuerda que en Alemania Carlos Marx “está viviendo un renacimiento”. El primer volumen de El Capital ha triplicado las ventas. Se trata de una obra ciclópea, que en su totalidad solo ha sido leída por muy pocos especialistas debido a su densidad. Solo los militares argentinos, durante la dictadura 1976-83, la consideraron un grave peligro para las mentes de la juventud y la prohibieron, horrorizando a la cultura occidental.

El arzobispo Reinhard Marx asegura que “solo hay algo seguro: con el capitalismo heredado de la Segunda Guerra Mundial no iremos lejos”. Para evitar confusiones aclara que él se apellida Marx, pero que no es marxista. “Lo que la Iglesia auspicia es una sociedad con una economia que se base en principios éticos. La doctrina social de la Iglesia es una crítica del capitalismo porque si no tiene un cuadro ético resulta un enemigo del género humano.

El Papa está preparando una encíclica sobre la globalización cuyo contenido causa grandes expectativas por las definiciones que se esperan de Benedicto XVI en un momento mundial tan crítico. Marx es uno de sus fuentes de inspiración. Por supuesto se trata del arzobispo de Munich. Tal vez la encíclica se conozca antes que concluya 2008.