Joven asesinada en la Cárcel de Ezeiza (Buenos Aires, Argentina)

16.Feb.09    Apuntes para el debate
   

¿«Derechos humanos» bajo el gobierno del matrimonio Kirchner? La situación real (no discursiva ni propagandística) en las cárceles argentinas…


Joven asesinada en la Cárcel de Ezeiza

(AW) Tenía 21 años y fue “suicidada” en el pabellón del cual había pedido traslado sin que el Servicio Penitenciario atendiera su demanda. Mañana todas las presas de Cárcel de Mujeres van a la huelga general de actividades en reclamo de una reunión de las voceras de los pabellones con la dirección nacional del SPF. Hay alerta en los organismos humanitarios por temor a más represiones.

Buenos Aires, domingo 22 de febrero de 2009 (Agencia Walsh) Silvia Nicodemo, quién recién había cumplido 21 años, fue asesinada hoy en el Pabellón 8 de la Cárcel de Mujeres de Ezeiza. Según el relato de sus compañeras, desde hacía ya bastante tiempo ella venía pidiendo a las autoridades el traslado hacia otro sector y su reclamo fue desestimado por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) que comanda esa Unidad.
Mañana, las mujeres que se hallan tras las rejas de esta prisión realizarán una huelga general de actividades en reclamo de una reunión de las voceras de los pabellones con la dirección nacional del SPF por lo que se temen más represalias. A su vez, numerosos organismos sociales personalidades y luchadores estarán pendientes de lo que suceda tras los muros y ya se estableció una cadena informativa de solidaridad.

Los responsables
Tal como viene denunciando esta Agencia, bajo la gestión del civil Alejandro Marambio al frente del SPF (paradójicamente dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, cuyo titular es Aníbal Fernández), se retrocedió gravemente en la vigencia de tales derechos que poseen indudablemente las personas detenidas. Así, docentes de la Universidad de Buenos Aires, organismos como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y hasta la misma Procuración Penitenciaria, entre otros, denunciaron las dificultades para ingresar a los penales, cuando no el impedimento liso y llano de trasponer los portones tras los cuales se mata y tortura impunemente a hombres y mujeres privados de su libertad.
En este sentido las cifras son contundentes, según datos del Centro de Estudios de Política Criminal y Derechos Humanos (Cepoc): 59 seres humanos fueron ultimados en 2008 y, seis en la primer semana de 2009. Todos se hallaban bajo la guarda del Estado, mas aún no hay responsables. Precisamente, este el marco en el que se inscribe al crimen de Silvia Nicodemo.
De este modo, el hecho de que el civil Alejandro Marambio esté al frente del SPF constituyó solo un cambio cosmético que no varió la situación de terror permanente que viven los presos y presas. Por el contrario, por primera vez en la historia de la etapa constitucional, desde 1983, organismos de Derechos Humanos, por caso la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, vieron directamente censurada su posibilidad de ingresar a las cárceles desde noviembre pasado. Ni Carlos Menem pudo conseguirlo, aunque lo intentó, si lo hizo posible el gobierno campeón de la defensa oral de los derechos humanos.
Toda excusa es buena para impedir el control y la asistencia a los presos. Así, se hace más sólido el silenciamiento de quienes primero fueron marginados y robados en gran parte de sus derechos, para luego aniquilar su entidad humana tras las rejas.
Hoy, una joven hija de nuestro pueblo, Silvia Nicodemo, -a quien el Estado encerró para mantenerla bajo su guarda- exhibe con su sangre quiénes y para qué son ocultados y silenciados en las cárceles de mala muerte de una sociedad organizada para el despojo de las mayorías.