El marxismo, hijo legítimo de la Modernidad europea, ya estaba completo y acabado. Era un círculo perfectamente cerrado. Sólo restaba memorizar sus categorías generales, sistematizarlas, luego deducirlas para finalmente intentar aplicarlas sobre América Latina. [Hemos intentado desmontar las bases epistemológicas sobre las que reposaba esa operación de deducciónaplicación en nuestro Marx en su (Tercer) Mundo (primer edición argentina 1998, segunda edición cubana 2003)]
El presente libro pretende seguir un camino diverso. Rastrear, recomponer y reconstruir algunas de las muchas voces que hablaron la lengua de la revolución en nuestro continente insurrecto. No como simples repeticiones de verdades ya sabidas y consagradas sino como intentos de utilizar creadoramente las herramientas metodológicas de Carlos Marx para entender y transformar nuestras sociedades capitalistas periféricas, subyugadas y dependientes.